LA OPORTUNIDAD DE HACER LO QUE AMAS

La verdad es que podríamos lanzar el mensaje típico de «haz lo que amas y ya no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida porque seguro (segurísimo) serás feliz y triunfarás en la vida y todo será maravilloso», pero NO. Nuestro mensaje de hoy no va por ahí.

Es cierto que cuando haces lo que amas, no te importa dedicarle todo el tiempo del mundo. Es más, lo necesitas, vives para ello, pones alma y corazón. Porque cuando amas, amas de verdad.

Sin embargo, para hacer eso que amas, probablemente tengas que esforzarte el doble o el triple para conseguir tus objetivos. Y, ¡ojo!, nadie dice que no los persigas, tan solo lanzamos aquí un mensaje con altas dosis de realismo.

Debemos ser conscientes de que no todo es un camino de rosas, y aunque nos esforcemos muchísimo, puede que no consigamos nuestras metas. Y oye, que tampoco pasa nada por no conseguirlas. Solo debemos ser un poco realistas.

¿Cuántos negocios hay que echan el cierre a diario?, ¿cuántas buenos proyectos que no llegan a ningún lado?, ¿cuántos emprendedores que, incluso antes de empezar a facturar, tiran la toalla ahogados por el sistema?, ¿cuántos valientes pagando préstamos de negocios que fueron declarados en bancarrota?
¿Lo habéis pensando alguna vez? Seguro que más de uno sí... Nosotras, la verdad, es que nos enfrentamos a esto a diario. Y nadie nos quita el miedo que llegue ese terrorífico momento de colgar el CLOSED.

Lo que no sabemos si se piensa lo suficiente o no, es que si has arrancado un proyecto, si has empezado un negocio, si te has lanzado a pedir ese crédito o si eres el/la más valiente del mundo lanzadx a hacer eso que amas o quieres tanto es PORQUE HAS TENIDO UNA OPORTUNIDAD.

Para que todo salga (bien o mal) necesitas tener (al menos) esa oportunidad.
Hay muchas personas que no la tienen (un porcentaje muy alto, por cierto) y... por mucho esfuerzo y lucha que dediquen a un proyecto, sin esa oportunidad no pueden llegar a donde quieren. Es más, la realidad es que no pueden llegar a ningún sitio... quizá no puedan ni empezar. Lo que ocurre es que puede ser que se hayan visto motivados por ese mensaje de «Haz lo que amas» o el de «emprende y se feliz».

Ojalá todo fuera tan fácil, la verdad.

Nosotras sentimos que hemos tenido esa «maldita» suerte. Esa oportunidad de estar aquí intentando aprender a llevar adelante este proyecto que tanto nos llena. Y decimos «maldita» porque somos conscientes de que la suerte no es para todos. Porque cuando unos la tienen es porque otros no la tienen. Porque es algo así como un privilegio, y los privilegios no molan nada.

Es, precisamente por esta razón, que debemos sentirnos agradecidxs y trabajar duro (muy duro) para estar a la altura y no desperdiciar ni la oportunidad ni la suerte ni el maldito privilegio.

¿Lo volveríamos a hacer? Sí, rotundamente.

¿Te invitamos a que lo hagas? Sí, pero por favor, que no sea motivado por un mensaje que no se basa en NADA. Estudia, analiza y cárgate de valentía, pero sobretodo hazlo, si tienes un plan y esa oportunidad. En tal caso, aprovéchala.